México es uno de los países con más diversidad de suelos, de hecho, de acuerdo con el INEGI (2007), en México existen 26 de los 30 grupos de suelo reconocidos por el Sistema Internacional Base Referencial Mundial del Recurso Suelo (FAO-ISRIC-ISSS, 1998).
Los más predominantes son, Leptosoles, Regosoles, Phaeozems, Calcisoles, Luvisoles y Vertisoles.
1. Leptosoles: tienen una capa superficial rica en materia orgánica que les confiere un mayor potencial de aprovechamiento agrícola.
2. Regosoles: son suelos muy jóvenes que se desarrollan sobre material no consolidado, de colores claros y pobres en materia orgánica.
3. Phaeozem: se encuentran en climas templados y húmedos con vegetación natural de pastos altos o bosques. Son suelos oscuros y ricos en materia orgánica, lo que les confiere un alto potencial agrícola.
4. Calcisoles: son suelos propios de las zonas áridas y semiáridas en donde la deficiencia de humedad impide el lavado de sustancias solubles
5. Luvisoles: son suelos que se encuentran sobre una gran variedad de materiales no consolidados, tales como las terrazas aluviales o los depósitos glaciales, eólicos, aluviales y coluviales. Se encuentran dentro de los suelos más fértiles, por lo que su uso agrícola es muy elevado.
6. Vertisoles: son suelos de climas semiáridos a subhúmedos y de tipo mediterráneo, con marcada estacionalidad de sequía y lluvias. Se caracterizan por su alto contenido de arcillas que se expanden con la humedad y se contraen con la sequía.
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